domingo, 16 de enero de 2011

LAS DANZAS EN LA REGION SUR DEL LAGO DE MARACAIBO





LA GAITA DE TAMBORA Y EL CHIMBANGUELE EN EL SUR DEL LAGO DE MARACAIBO.
Por Luis Alfredo Valles Silva


Consideramos, sin temor a equivocarnos, que la manifestaciones más importantes y trascendentales, no sólo de Palmarito (comunidad afrodescendiente perteneciente al Municipio Tulio Febres Cordero del Estado Mérida), sino de toda la región Sur del Lago de Maracaibo, la cual comprende un extenso cordón de pueblos del Municipio Sucre, a saber: Bobures capital de dicho Municipio; Gibraltar, Santa María de Heras, San Antonio de Heras, San José de Heras, El Batey, San Juan, Las Dolores, y San Miguel, entre otros; son el Chimbánguele y su Antesala La Gaita de Tambora, esta última, da inicio al Festejo, no guarda, tal vez relación directa con el Santo San Benito, la Deidad a quien se venera en la zona, y que en dialecto africano se llama “Ajé”. Es importante resaltar que dentro de los sones o toques que se hacen en el recorrido del Chimbánguele se conserva este nombre, dicho son, golpe o toque (El Golpe de Ajé) se emplea para sacar e introducir la Imagen sagrada del Santo de La Iglesia o de alguna casa promesante donde se hacen paradas o visitas.

La Gaita de Tambora, denominada así porque el instrumento principal con la cual se interpreta es un bimembranófono (tambor de dos pieles, parches o cueros) de gran formato marca la base rítmica de la llamada “tonada” que se interpreta, las llamadas tonadas constan de un estribillo fijo que responden los presentes, generalmente mujeres, “. . . la gaita es de las mujeres y el Chimbanguele de los hombres. . .” , aseguran la mayoría de los viejos del pueblo, aunque en los últimos días se han incorporado muchos hombres a fortalecer esta manifestación. Como instrumentos acompañantes se cuenta con el tamborito o medio golpe, este además forma parte de la batería de tambores que conforman al Chimbánguele o “Vasallo”, aunque en Palmarito a las mujeres que Capitanean la Gaita, hoy día bajo la responsabilidad de Leslie Antúnez, hasta el 2005 capitaneó la insigne Matrona Esilda María Rito, hija de la anterior capitana Esilda Rosa Rito, quien por su avanzada edad y estado de salud dio paso a la nueva generación y hoy día está en la “reserva” como asesora; el clarinete y el “clarinete bajo” son infaltables en la gaita, sus hermosos sonidos, el primero agudo, chillón y claro anima a los presentes a danzar con el característico movimiento pélvico de esta danza de ancestro africano, el otro el clarinete bajo, por cierto en Palmarito todos le llaman Saxofón, por su similar forma con este, es como su nombre lo señala más grave, de tonalidad más baja que su homologo el Clarinete Tenor, al “revolear” envuelve a los presentes en un ambiente mágico que queda impreso en las más hondas fibras. En Palmarito se dice, sin clarinetes no hay gaita de tambora, ya por último se emplean las maracas, en número indefinido y portadas por la mayoría de las cantadoras o gaiteras; entre las llamadas tonadas las más comunes o cantadas en Palmarito son: Las Tonadas de “La Mona”, la de “Tomasa”, la de “Rumualda Tales” (Antigua yerbatera del sector El Playón, la misma considerada una verdadera doctora), la de “Se Cayó Goyo” (José Gregorio López Cueto, fallecido Clarinetista del Pueblo); “Decía Cedeño”, “Olimpia Fue” (Legendaria Cantadora de Gaitas de Palmarito últimamente residió en el pueblo vecino de Gibraltar donde falleció), “El Armadillo Machete” (Pez lacustre del lugar); “Felicia Machado” (¿?); “El Capitán de Palmarito” (Gaita que refiere al andar pasilento de un antiguo Capitán del Chimbánguele del pueblo), “El Tigre”, “Gaita de Colina” (Cultor de Bobures), “El Fororo” (hace referencias al alimentarse muy bien con el Gofio canario con leche), entre otras.

En Cuanto al Chimbanguele, en todos los pueblos se estila la bateria integarda por 7 tambores, en Palmarito se emplean, por cada batería, 8 tambores, lo normal es una sola, pero puede darse el caso de que se cuente con dos baterías de tambores, los tambores se clasifican por sexo, los llamados machos (4) cuyos nombres son: Mayor, Cantante Respondón o respuesta y el tamborito o medio golpe; las hembras que son tres (3), una (1) media requinta y dos (2) requintas enteras; los Toques, sones o golpes que se emplean en Palmarito son “El Golpe de Ajé” (que como dijésemos anteriormente es para sacar y meter la imagen de la iglesia o casas de promesantes), “El Golpe de Chocho”, (también conocido como golpe del camino, por ser el más empleado para recorrer el pueblo); “el chimbangalero valla”, el “Songorongome yaya”, el “Golpe de Misericordia” y el “golpe de Cantíca” (empleado para interpretar los llamados gozos o saludos al santo); los viejos del pueblo recuerdan otros toques que se empleaban que ya se han perdido, dicen que eran aproximadamente catorce (14) sones, entre los olvidados se encuentra el “Golpe del Guaro” o “Guaro como estáis”.

Tanto la Gaita de Tambora, como el Chimbánguele recorren en su oportuno momento las calles del pueblo, durante tiempo interminable o indefinido, la gaita desde alrededor de las 6 de la tarde hasta aproximadamente las 7 u 8 de la mañana del día siguiente, mientras que el Chimbánguele desde alrededor de las 4 de la madrugada hasta cerca de las 3 o 4 de la madrugada del siguiente día.

La Batalla del Chimbanguele con la Gaita de Tambora

Desde tiempos remotos, los cuales se pierden entre generaciones de cultores de los pueblos del Sur del Lago, se evidencia un especie de enfrentamiento grupal, comentan muchos al verlo, que les recuerda las batallas de las primigenias tribus africanas que mostraban las antiguas películas o documentales, sólo que, en este caso, es un enfrentamiento o batalla “simulado”, ello como vestigio de la herencia legada por los anteriores cultores y aunque hoy día, los actores de las manifestaciones casi no conocen a ciencia cierta el significado de tal eventualidad, queda palpable, aunque solapado, evidentemente la separación o disgregación sexual que les toco enfrentar a los antepasados de los actuales afrodescendientes de la región sur del lago de Maracaibo. En la Gaita, antes más que hoy día, solo las mujeres, mientras que en el Chimbanguele casi solo los hombres, los jefes de clanes (en la actualidad capitanes) y sus vasallos o pueblo, las mujeres o gaiteras recorren las calles del pueblo con sus tonadas, anunciándola víspera del santo patrón, entre los instrumentos de la gaita anda el tamborito, llamado en el Chimbanguele “medio golpe”, así va este grupo serpenteando calles y veredas de la comunidad en respectiva, la bandera mitad azul, mitad blanca va animando la romería, precedida por el “chompín” (lámpara de kerosene), el cual va alumbrando el camino a tomar, cuando el “vasallo”, “ensayo” o Chimbánguele sale, comienza a realizar una especie de persecución para con las gaiteras o gaita, ello para desarticularla o desarmarla, con dos intenciones, primero lograr que los participantes que andan en esta se sumen a su grupo que es el mayoritario y segundo para arrebatarles el medio golpe que le pertenece a la banda o batería de tambores del Chimbánguele, acá es interesante destacar, que en la comunidad de Palmarito (Municipio Tulio Febres Cordero del Estado Mérida), las gaiteras, mandaron a elaborar su propio medio golpe (tamborito) para que el Chimbanguele no se los arrebate, este es un caso curioso. No obstante el Chimbanguele y los chimbangaleros igual les acosas. Alrededor de las 5 a veces 6 de la mañana, dependiendo del forcejeo y de los ánimos de ambos grupos, luego de cantar en el pórtico de la iglesia de la respectiva comunidad, el ancestral canto del “Pio-pio”, gaita, que n esta ocasión deja su estructura de cuarteta y coro, para convertirse, por lo general en una décima, aunque hoy día también ha perdido esta estructura literaria, con la presencia de un estribillo fijo “Pio, pio, pio llora gavilán”, ello hace reminiscencia a cantos de protesta, de ansias de libertad, una vez entonado el Pio-pio, la gaita sigue su rumbo, le hace mofas al Chimbánguele, este le pasa por un lado y vira en un recoveco, esquina, callejón, o vereda y se le devuelve, allí la embosca y la hace ubicarse nuevamente frente al pórtico de la iglesia local, los gaiteros se arman y se escudan con ramas y palmas de los árboles comunitarios, avanzan frente a frente, los gaiteros y gaiteras cierran filas uniéndose o enganchándose codo a codo, cuidando su instrumentación, los abanderados de ambos grupos desafiantes se encuentran delante de cada grupo, seguido entablan una cruenta batalla por arrebatarse danzando enérgicamente, la correspondiente bandera, lo legal sería un mero simulacro, donde debería salir triunfante el abanderado del Chimbánguele, como unos veinte años atrás, sin embargo los tiempos han cambiado y las manifestaciones también, por lo menos en Palmarito, últimamente suele arrebatar la bandera, el de la Gaita al del Chimbanguele, debería suceder que al arrebatarle el abanderado del Chimbanguele al de la gaita, todos se pasarían al grupo vencedor y guardarían la tambora, clarinetes y bandera, hasta otra ocasión, pues el tamborito (medio golpe) se sumaría a su banda de tambores y así el Chimbanguele quedaría en posesión plena de su pueblo, ahora, gane o no la gaita esta prosigue su rumbo, sigue recorriendo calles hasta primeras horas de la mañana, que sus miembros se dirigen a degustar un suculento sancocho en casa de la capitana o mayordoma de la gaita.

Culminada la gaita es el Chimbanguele el dueño del pueblo, comienza a recorrer todo su jurisdicción, los gaiteros y gaiteras y otros pueblerinos que no se han integrado al Chimbanguele que anda en su calle, antes de medio día asisten a la misa oficializada por un sacerdote, el cual viene de la diócesis de Maracaibo, con excepción de Palmarito que procede, de la Diocesis de Mérida, al culminar la misa, la imagen del Santo Negro, impecablemente trajeado, con su capa fina y bellamente decorada, es colocado a las puertas del templo de espaldas al altar mayor, mirando a la calle a la espera de su pueblo que dentro de poco vendrá por él, seguidamente se colocan a cada lado del pórtico de la iglesia un ejecutante de requinta y otro de tambor cantante, quienes percuten incesantemente sus tambores, como llamando al resto de ellos, en cierto momento del medio día se dirigen al templo un grupo de tamboreros ejecutando sus instrumentos, allí el capitán de lengua y otros le dedican a la sagrada imagen los llamados gozos, especie de letanías, de allí al cavo de un tiempo sacan la imagen, dan unos giros indicados, realizando la llamada plaza, por uno de los sumos capitanes y de allí en cierto momentos según indique el capitán correspondiente, la imagen y presentes se dirigen a un sector previamente seleccionado para realizar el “Chimbanguele de Ramas”, el pueblo espontáneamente se divide en dos grupos, unos acompañan la imagen del santo y los dos tambores que estuvieron incesantemente tocando al pórtico del templo, otros acompañan al resto de tambores y tamboreros,, este grupo es generalmente el mayoritario, todos portando ramas de plantas locales, como uva de playa (Coccoloba uvifera), croto (Codiaeum variegatum), almendrón (Terminalia catappa), entre otras, las cuales van agitando avivadamente mientras avanzan, caso idéntico al enfrentamiento entre la gaita y ellos mismos la madrugadita anterior, solo que en este caso, los avances del grupo mayoritario consumen al menor, quien se integra de un solo plano al mayor, la imagen del Santo Negro “San Benito”, toma posesión en el cortejo, y de allí comienza el recorrido por todo los sectores del pueblo respectivo hasta bien entrad ala madrugada del siguiente día, los devotos ofrecen a los chimbangaleros, incluyendo músicos y pueblo en general, sendas comidas, donde prevalecen los sancochos y mucho ron para brindar a los devotos.